El pasado 10 de noviembre fue despedido el compañero Jorge Turizo, vicepresidente de la Junta Directiva Nacional de ANTSA. Jorge se opuso siempre de forma valiente al régimen laboral impuesto por Avianca y Servicopava. Por su rechazo a las ilegales y abusivas requisas corporales del personal de seguridad, en el mes de mayo se le llamó a un proceso disciplinario, ante el cual el sindicato respondió con una denuncia penal, y debido a ello, varios funcionarios del Departamento Jurídico y otros de IASG fueron llamados a responder ante la Fiscalía. Ahora, por la inoperancia judicial, quienes juegan el papel de verdugos de los trabajadores decidieron cobrar venganza.
Este es el último episodio, y el más grave, de una cadena de arbitrariedades contra nuestra organización sindical.
La primera víctima fue Vladimir Quiroga, elegido por la asamblea como representante en la comisión de reclamos, quien fue despedido después de que se le acumularon multas por un total de 65 días de salario como escarmiento por haberse atrevido a poner una tutela contra ese tipo de sanciones. Una de ellas, por ejemplo, fue por estar mal sentado y otra por una foto que le tomaron con los ojos cerrados en sus minutos de descanso. En su caso, ANTSA ya ha interpuesto las demandas correspondientes.
Nuestro presidente, Danny Moreno, fue llamado a descargos y sancionado con tres días de suspensión por dejarse la barba, lo cual, según se le dijo, es contrario a la política de imagen de Avianca, una empresa que no lo reconoce como su trabajador. posteriormente se le abrieron dos procesos más: uno, por criticar un mal procedimiento de un supervisor, y otro por no registrar como objetos de alto valor dos celulares inservibles encontrados como objetos olvidados en un canguro infantil.
Jhon Rojas, secretario del sindicato, se encuentra procesado porque se le atribuyen fallas que, en la realidad, son producto de malos manejos administrativos en la operación, y Eduardo Casallas, suplente de la junta, ha sido sometido a varios procesos disciplinarios, multado con 25 días de salario y suspendido 21 días por estar en desacuerdo con el manejo que Salud Ocupacional le da a la situación de los restringidos médicos. Diana López ha sido multada en varias oportunidades por supuesta mala actitud, que no es otra cosa que la forma subjetiva como se ve desde la parte administrativa de Avianca a los activistas sindicales. A Javier Araque, tesorero de ANTSA, se le abrió proceso porque supuestamente está rezagado en los cursos de Avancemos. Felipe Forero, fue presionado a renunciar al sindicato si quería aspirar a un ascenso.
Este conjunto de hechos no deja duda alguna de que ANTSA está siendo sometida a una sistemática persecución sindical. Avianca y Servicopava saben que nuestra actividad está despertando la conciencia de los trabajadores sobre su aberrante régimen laboral y quieren evitar lo inevitable: que de la inconformidad pasiva se pase a la acción. Por ello decidieron publicar un pasquín para contestar a las denuncias que venimos haciendo. El último que dejaron en los lockers fue arrojado al piso por los compañeros como muestra de su rechazo. Llama la atención que en ese pasquín Servicopava-Avianca respondan al llamado que hacemos a los mítines y marchas para ir acumulando fuerzas, diciendo, entre temerosos y cínicos, que “La fuerza se gana con argumentos y con evidencias”. ¿Argumentos? Los hemos expresado de sobra para demostrar que entre Avianca y los trabajadores existe un contrato realidad y que Servicopava es una simple intermediaria ilegal. ¿Evidencias? Las viven a diario en carne propia los trabajadores con las violaciones a sus derechos. Frente a la arbitrariedad de Avianca-Servicopava no nos queda otro camino que acudir a los argumentos de la fuerza, que son los de la protesta digna y valerosa.
A la persecución le responderemos apelando al respaldo de los trabajadores que saben que nuestra justa lucha es la suya. De otro lado, emprenderemos las acciones legales que sean necesarias.